El sol trascendía los edificios erectos, formando colores irreales al fulminar el humo de mi cigarrillo. La ciudad, pese al invierno y las bajas temperturas, ardía desde el pavimento hasta las rodillas, o quizá un poco más.
Como cualquier otra tarde la velocidad del tiempo se veía afectada proporcionalemente a la mucha o poca necesidad de hacer algo productivo, o simplemente recreativo, yo no tenía mucho por hacer, por lo que el tiempo, ni se molestaba en pasar.
Era invierno, Creo que ya lo dije, pero éstas son mis ideas y quiero repetirme hasta cansar.
Era Invierno, hasta el cansancio, invierno cansador y penetrante, como las tenazas de una viuda negra,que pequeñas y voraces te pican, hasta que su dulce veneno te invade y acaba por matarte. Éste invierno no ha matado a nadie aún, pero necesitaba dar un ejemplo, yo lo siento así, mis inviernos son como viudas negras vestidas de novia... Sólo cuando queres desvestirlos y hacerles el amor te enterás que estás durmiendo, copulando con tu verdugo. ¿Vale la pena hacer el amor con un invierno tan letal como éste que describo?
Sí, lo vale.
Y si cambiásemos ese invierno de bajas temperaturas por, supongamos, la mujer más hermosa del mundo. Valdría morir por amarla?
Matar, agonizar y luego morir, por supuesto que lo vale.
Por algún motivo me gusta creer que cada vez que alguna mujer llega a mi vida, es la mujer más hermosa de otros mundos, y que el día que conozca a la más hermosa de éste, mi planeta, he de enamorarme, y finalmente morir.
No, no disvarío.
Estoy enamorado de la belleza femenina como ningún otro hombre sobre la faz de la tierra.
Y creeme, si tuviste la fortuna, o quizá la desgracia de cruzarte en mi camino, fuiste la más hermosa, al menos para mi, por un instante, o por la suseción de instantes, besos y susurros que dure nuestro encuentro. En ese mundo en el que vos y yo sucumbimos a la carne vos eras la criatura más bella entre todas.
Hola hermosa, cómo estás?
Quiero que sepas que sos la mujer más hermosa de éste mundo.
No, no exagero, lo sos, sos la unica en el mundo al que perteneces en el universo de mi cabeza.
Y ahora que estoy acá entregandome a vos y recibiendote en mis muslos soy sólo tuyo. De la más hermosa. Te amo. Amo tu femeneidad exquisita. Gracias por existir. Abrazame. No te vallas.
Muerte (quizá solo sueño)
Resurrección (despertar)
Ahí lo tienen, la muerte misma hecha simbolos que forman palabras y que explican lo que decía unos párrafos atrás.
Es dificil morir casi todas las noches, cuando casi todas las noches la mujer mas linda de algún mundo decide compartir su piel conmigo. Es hermoso, pero duele morir y resucitar. Preguntenle a Jesus. Preguntenme a mí.
Cada noche que pasa voy perdiendo las esperanzas de que la mujer más hermosa de la tierra por fin se rinda a mi amor y me permita morirme de una vez y para siempre entre sus brazos.
La conocí hace diez años.
Sólo eso.
¿Cómo es?
Perfecta.
¿Cómo se llama?
No importa en verdad.
No quisiera que si un día muero salgan en búsqueda de ella, la única poseedora de las tijeras que cortarán la lana de mis días.
Quizá también me ame, y sea por eso que no me permite complacerla, quizá se imagine que si la toco me quemo, si la beso mis células se llenarían de un cancer inconcebible, y si la amo acabaría por morirme antes de llegar al orgasmo.
Quizá lo sabe, por eso no me toca, quizá lo sabe.
Entonces me ama, y no quiere matarme.
Triste historia de saber que no podré tenerla sin morir.
¿Valdría la pena morir por ella?
Matar, agonizar y después morir. Es por ella por quien vivo, y ella ha de ponerme fin.
Es invierno, amanece, el sol despunta algunos árboles, mi cigarro se extingue, y no tengo nada más que decir.
Tonta Mariposa.-